LA GRAN RECOGIDA 2024     Porque muy poco, hace mucho / Gutxirekin asko egiten delako

LA GRAN RECOGIDA 2024 Porque muy poco, hace mucho / Gutxirekin asko egiten delako

El Banco de Alimentos de Araba sensible a las catastróficas consecuencias de las inundaciones y solidario con los damnificados, ha acordado destinar al menos la mitad de lo recaudado durante el mes de noviembre y, especialmente en el entorno de la Gran Recogida de este mes, a tratar de subsanar las graves carencias ocasionadas por la Dana

Todo ello se canalizará a través de los Banco de Alimentos del Levante, quienes, con plenas garantías, lo distribuirá a los necesitados en los momentos que lo consideren oportuno.

¿Cuáles son los objetivos de esta campaña?

  • Tratar de paliar las necesidades que a corto/medio plazo van a surgir en las zonas afectadas por la Dana
  • Recoger productos y aportaciones económicas para la compra de alimentos de larga duración y complementar las provisiones habituales procedentes de otras donaciones (Empresas, FESBAL, …) para poder asistir al colectivo de beneficiarios alaveses.
  • Sensibilizar y movilizar a la población sobre el escenario actual de pobreza que se vive en nuestro país a causa de las secuelas de la crisis sanitaría y la actual económica. Se pretende hacer un llamamiento de sensibilización a la sociedad para que sigan colaborando con los Bancos de Alimentos.

Junto a estos objetivos, algunos permanentes y otro especifico en esta ocasión, la ayuda a los afectados por la Dana, el BAA asume retos importantes en el futuro inmediato.

La próxima entrada en vigor de la Ley de Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, que pretende disminuir los 1.245 millones de kilos de alimentos que se tiran en España (datos de 2021), va a suponer una oportunidad de recogida de estos productos por parte de los Bancos de Alimentos. Al beneficio que ésto pueda suponer, se le une las dificultades de las labores a desarrollar que obliga la ley (Logística, informática, trazabilidad, distribución,) para lo cual se están preparando el equipo de voluntarios/as. Gracias a ello, se podrá contar con alimentos frescos y de cercana caducidad, pero insuficientes para poder cubrir las necesidades de los miles de beneficiarios/as que atendemos. Es por ello que, un año más, se lanza la campaña GRAN RECOGIDA 2024, donde se pretende recoger alimentos y dinero que ayuden a completar la denominada “dieta mensual” en la que se incluyen productos básicos de alimentación (leche, huevos, arroz, legumbre, aceite…), de higiene (gel, compresas,) e infantiles (pañales, leche, potitos, …)

Un objetivo deseable, pero difícil de alcanzar sin no contáramos con la suficiente ayuda de la ciudadanía en esta gran campaña. Objetivo ampliable, si el resultado fuera muy satisfactorio, con la entrega a los benficiarios/as de una “dieta mejorada” con la inclusión regular de verduras.

Una Gran Recogida 2024 que sería irrealizable si no tuviéramos la colaboración de las cadenas de supermercados que facilitan las labores, de los Medios de Comunicación que la difunde y de los cientos de voluntarios/as, muchos a título individual, y otros pertenecientes a asociaciones, colegios y colectivos… que prestan su ayuda. Nuestro reconocimiento y agradecimiento a todos ellos.

Resumiendo¿Cómo podemos ayudar? 

  • Compra de bonos-comida y entrega de productos alimenticios a favor del BAA
    • Los días 22 y 23 de noviembre de 2024, recogida de bonos y alimentos.
  • Productos requeridos:Dehigiene y alimento seco. Principalmente: Aceite de girasol, arroz y conservas de tomate.
    • Se puede realizar en once cadenas de supermercados con un total de 95 tiendas.
    • En alguna de ellas solo es posible la compra de bonos; en otras mixta (alimentos y bonos)
    • La suma de todos los bonos donados en los distintos establecimientos no es entregada en metálico al Banco de Alimentos de Araba, sino que constituye una cifra a favor del mismo con la cual se podrá adquirir, a lo largo del año, productos o alimentos que se precisen en un momento determinado.
  • Donaciones dinerarias

Se reciben donaciones de dinero para la compra exclusiva de alimentos y de otros productos básicos (higienes, infantiles …). Se puede hacer mediante:

  • Pago con tarjeta VISA en pag.web: https://bancoalimentosaraba.org/donaciones-web/
  • BIZUM (Código 00025)
  • Transferencia bancaria
    • Kutxabank: ES58 2095 3153 6191 1448 4071
    • Laboral Kutxa: ES72 3035 0099 7509 9011 1111
    • La Caixa: ES74 2100 1419 0102 0019 2118

Las aportaciones tienen una bonificación fiscal de un 45% en la Declaración de la Renta de 2024por lo que se emitirá un certificado. Para ello el donante deberá aportar sus datos personales a través del formulario que se encuentra en la propia página

Alimentarse es básico

Alimentarse es básico

El reparto mensual del Banco de Alimentos de Álava sirve de ayuda a los más necesitados

El Banco de Alimentos de Álava centra su objetivo, como su nombre indica, en el reparto de comida entre los más necesitados, en la lucha contra la injusticia del hambre. En esa misión, distribuye todo lo que se le dona procedente de excedentes de empresas, supermercados o campañas en tiendas y centros comerciales. Estos productos son, por su propia procedencia, muy variados y buena parte de ellos conforman lo que se denomina ‘último minuto’, porque dada su fecha de caducidad exigen un reparto inmediato.

Para superar la irregularidad de esa distribución el Banco trata de que todos los beneficiarios reciban un lote básico una vez al mes, compuesto por los productos que se incluyen en el gráfico. Obviamente, esos lotes no se pueden completar con las entregas gratuitas de excedentes o campañas, por lo que es necesario utilizar las donaciones en dinero que se reciben de forma regular o puntual y los denominados bonos de alimentos que protagonizan cada año más la Gran Recogida de finales de noviembre.

Ese ‘lote básico’, como se desprende de su lectura en el cuadro adjunto, no cubre ni de lejos las necesidades de cualquier persona. Se trata de una ayuda, de un complemento, insuficiente pero imprescindible. El Banco de Alimentos pretende mejorar de forma constante esa dieta básica para que se aproxime a lo que debería ser una dieta sana y equilibrada. En el año 2022 el esfuerzo y la generosidad de la sociedad alavesa permitieron que los lotes se acercasen a ese objetivo, pero este año ha supuesto un retroceso, una vuelta atrás, debido de forma fundamental a la carestía de muchos productos, la misma que comprobamos todos cuando hacemos la compra. Ese ‘no llego’ que con frecuencia nos oímos a nosotros mismos se extiende lógicamente al Banco, lo que ha obligado a suprimir algunos productos, entre ellos la carne de pollo, los frutos secos o las conservas.

REPARTO MENSUAL BÁSICO

COSTE de 15 € por adulto:

6 litros de leche / 1 docena de huevos / 1 kg de arroz / 1 kg de pasta / 1,2 kg. de conserva de tomate / Aceite de girasol / 1 kg de legumbre  

COSTE de 5,50 € por familia:

10 kg. de patatas / 1 kg. de harina –

COSTE de 40 € por lactante o niño-a:

Pañales / Leche infantil / Potitos de verduras / Cereales infantiles / Galletas 

A estos alimentos hay que hay añadir aquellos otros que, con carácter de excedentes, se reciben por parte de empresas y supermercados y que, dada su irregularidad tanto en la cantidad como en el momento de llegada, no podemos incluir en el lote básico que se entrega mensualmente. Su reparto es muy variado

Un grupo de beneficiarios/as (en torno al 80%) están acogidos a un programa europeo por el que perciben mensual o quincenalmente frutas y hortalizas.

 
     
     
 
     
 

 

 

Abierto por vacaciones

Abierto por vacaciones

El Banco de Alimentos no cierra en verano porque las necesidades no desaparecen con el calendario

El eslogan ‘Abierto por obras’ lanzado en junio de 2000 por la Fundación Catedral Santa María para impulsar un novedoso sistema de visitas a los trabajos en el templo se convirtió inmediatamente en un referente que ha calado en otros proyectos que participan de la visión del patrimonio cultural como motor de cohesión social y desarrollo económico. La expresión, más allá del exitoso impacto que encierra toda contradicción por aparente que sea, explicita una filosofía de trabajo en la que se fusionan el esfuerzo de unos y el ocio de otros. En los próximos días y semanas se abre para miles de alaveses el paréntesis de las vacaciones y el Banco de Alimentos puede tomar prestado el eslogan de la catedral y adaptarlo a la realidad social en la que también actúa como motor de cohesión. En los próximos meses el BAA permanecerá abierto por vacaciones.

La pobreza no deja la ciudad cuando el calor aprieta y las terrazas o las piscinas se llenan

Julio y agosto son los meses por excelencia del éxodo vacacional, aunque en ocasiones sea exclusivamente mental. El escritor norteamericano Robert Orben dice que “las vacaciones consisten en no tener nada que hacer y disponer de todo el día para hacerlo”, una definición en línea con su vena humorística pero que olvida que para algunas personas no tener nada que hacer y disponer de todo el día para hacerlo es el reflejo infernal del paro y la pobreza. Las vacaciones son para la mayoría tiempo de descanso, de olvidarse de las preocupaciones del día a día, de meter en el cajón la rutina. Pero para otros ciudadanos agosto es igual de odioso que febrero, sus carencias las mismas, su desesperanza parecida. El hambre no coge vacaciones.

El Banco de Alimentos no entiende de paréntesis en su labor social. Las bolsas de comida se repartirán con el mismo ritmo en las próximas semanas que con el que han sido entregadas en los últimos días. La pobreza no deja la ciudad cuando el calor aprieta. El BAA no puede librar porque quienes necesitan su auxilio no lo hacen. Es más, el merecido ocio de unos intensifica seguramente la sensación de desgraciado desamparo de otros, de esos que a veces parecen arrastrar una vida prestada sin más horizonte que ver salir el sol al día siguiente. Quizás coincide más con esa realidad el pensamiento de Cicerón que el de Orben cuando apunta que “el mayor descanso es estar libre de culpa”. Las vacaciones pueden convertirse desde esa premisa del filósofo romano en un buen momento para reforzar la conciencia social y para apuntalar la justicia. El descanso es un derecho de todos, pero comer constituye una necesidad previa e ineludible. El calendario no tapa las vergüenzas.

Julio y agosto abarrotan los lugares de ocio y descanso con quienes se van de vacaciones y septiembre llena las consultas de los psicólogos con los que padecen el síndrome postvacacional. Algunos no corren riesgo de sufrirlo, simplemente porque no pueden disfrutar de la primera parte de la ecuación. Para ellos, para que julio y agosto no sean peores que mayo o junio, el Banco de Alimentos de Álava seguirá abierto por vacaciones.

Elige ayudar

Elige ayudar

Inmersos en procesos electorales, los ciudadanos saben que su auxilio seguirá siendo imprescindible en la lucha contra el hambre

Con un intervalo de cuatro semanas, los ciudadanos han sido convocados para elegir a sus representantes en diferentes instituciones de gobierno, lo que ha llenado de mensajes el espacio público de comunicación y a menudo ha invadido el ámbito privado. El Banco de Alimentos de Álava se define en su reglamento interno como aconfesional y apolítico, aunque seguramente sería más exacto el término apartidista, ya que su objetivo básico, recolectar y repartir alimentos, tiene un efecto ineludible en la vida de la ‘polis’. Y combatir la pobreza forma parte, precisamente, del ideario de todas las formaciones políticas.

Más allá, sin embargo, de la defensa de valores generalistas -ningún partido va a suicidarse políticamente defendiendo que haya personas que pasen hambre- las campañas electorales son propicias al lanzamiento de eslóganes tan fáciles de captar por el potencial votante como de olvidar. Y con demasiada frecuencia el fragor del choque electoral deja de lado la realidad diaria, relegando a segundo plano, por ejemplo, el trasiego de esas bolsas de comida que reparte el Banco y que forman parte esencial de la vida de cientos de familias. Resulta recurrente traer a la memoria la alegoría de la caverna de Platón, en la que unos hombres encadenados únicamente pueden mirar a la pared de la cueva en la que habitan. Detrás de ellos una hoguera proyecta sobre el muro las sombras de todos los objetos que portan quienes desfilan por el pasillo central, de modo que los desgraciados encadenados consideran única verdad las sombras de las cosas y no pueden conocer nada de lo que acontece a sus espaldas.

Con la vista fija demasiado tiempo en las sombras corremos el riesgo de perder la noción de la realidad. Y esa verdad que significan los objetos que desfilan a nuestra espalda, el mundo inteligible del que habla Platón, incluye saber que el 27 de mayo, lo mismo que sucedió el 29 de abril, seguirá habiendo a nuestro lado personas que pasan hambre y que acudirán al centro de reparto a por su bolsa. Por eso resulta esencial que, al margen de la formación política preferida, cada uno de nosotros elija ayudar. De la forma que cada cual considere más pertinente, pero mirando de frente la injusticia y no solo su sombra.  “Se hace campaña en poesía y se gobierna en prosa”, escribió el político y jurista estadounidense Mario Cuomo, sabedor por experiencia propia de que las promesas electorales son con frecuencia como el hermoso lazo de regalo de un paquete que una vez abierto está vacío. Hacer realidad los deseos de justicia social va más allá de los programas de los partidos porque nace de la conciencia individual de cada persona. El objetivo del Banco de Alimentos no se modificará por los resultados electorales, pero la potencia de su respuesta si depende de que cada ciudadano vote permanentemente por ayudar a los demás. Como señaló David Lloyd George, primer ministro británico entre 1916 y 1922, “no se puede alimentar hambrientos con estadísticas”.