Asociaciones de reparto

Asociaciones de reparto

La Unidad Pastoral (de las parroquias) Nuestra Señora de Los Dolores y  Millán, de Ali , asociaciones de reparto, realiza declaraciones sobre su labor como asociación de reparto

Ubicadas en el barrio Sansomendi  y pueblo Ali. La sede de distribución alimentos se realiza en los locales parroquiales de la iglesia de Sansomendi. Sólo atendemos a personas/familias que entran dentro del padrón de la Unidad Pastoral  Los Dolores-S. Millán. El grupo de reparto de alimentos surgió a propuesta de Banco de Alimentos de Álava (BBA) el año 1999.  En la parroquia de Los Dolores ya se hacía anteriormente una distribución de alimentos antes de las fiestas de Navidad a familias especialmente necesitadas. En un primer momento eran unas pocas familias (alrededor de 20) las que se organizaban ellas mismas en los locales parroquiales para la recogida, distribución y limpieza final. Con el paso del tiempo fue creciendo el número de familias hasta, en algún momento llegar a cifras muy altas. Después BAA fue organizándose también progresivamente y las familias necesitadas se “ubicaron” en diferentes grupos de reparto. El grupo de reparto cuenta en la actualidad con 8 personas voluntarias. Se realiza el reparto cada 4 semanas. La mañana de un día laborable desde las 8 h hasta las 13,30h.  Ampliando el horario (por circunstancias especiales) de 18h 18,30H por la tarde.

Las motivaciones que impulsaron la realización de esta obra asistencia-caritativa de poder colaborar con un sector pobre, las llamadas “periferias sociales”, fueron también Desde la relación con las personas-familias que acudían al reparto pretendíamos tener un conocimiento de las diferentes situaciones por las que estaban pasando y hacer un seguimiento y atención desde una perspectiva humano-cristiana. En la medida que nos interesamos y le escuchamos, descubrimos la posibilidad de una ayuda más integral ofreciéndoles las ayudas que están a nuestro alcance. La actuación pastoral está muy debilitada en la actualidad. En parte debido a la situación sanitaria derivada de COVID y en parte a que las personas vienen a por los alimentos y punto. Aún con todo con algunas sí que se hace esa labor. Las razones por las que seguimos en un reparto de alimentos, que consideramos que no debería hacerse, es porque de otra manera habría familias que lo pasarían realmente mal por la ausencia de recursos económicos para alimentarse. Esta labor debería hacerla las INSTITUCIONES PÚBLICAS. Ellas son las que analizan la situación de las personas necesitadas y, cuando descubren la necesidad real, les derivan a BAA. Lo normal sería que, una vez descubierta la necesidad, las INSTITUCIONES PÚBLICAS, dieran una solución adecuada y justa a su necesidad, de manera que las propias familias tuvieran acceso a los alimentos que ellas mismas decidieran adquirir (dentro de unos límites de austeridad), y no tener que consumir LO QUE “SOBRA” o no se vende. Por otra parte está el tema de las grandes recogidas de alimentos en algunos mementos concretos. Estos alimentos pagan IVA. Sería de desear que estuvieran exentos y que su importe derivara a su vez en forma de alimentos. De igual manera las empresas de alimentación hacen su “negocio” con estas recogidas, y así mismo sería bueno que estas empresas entregaran a su vez a BAA lo mismo o una parte importante del equivalente a la venta.

A veces escasez de voluntariado (con edad avanzada y salud deteriorada en algunos casos).La calidad alimenticia de algunos productos, en ocasiones, deja mucho que desear. Lo que nos empuja a realizar esta tarea, que ocupa mucho tiempo y dedicación en algunas de las personas voluntarias, es ver que a algunas familias los alimentos que reciben les suponen un gran alivio en su carencia de recursos para alimentarse. Lo que reciben, aunque es “poca cosa” (el valor económico no sobrepasará los 40€), pero les supone una ayuda importante. La alegría de los pobres que con lo poco que se les ofrece se sienten aliviados, en parte, en  sus necesidades. Está además el plus de lo que enriquece la relación humana en situaciones complicadas.  Las personas pobres nos enseñan muchas cosas.

El volumen de familias/personas que se ven abocadas a acudir a solicitar alimentos ha ido creciendo progresivamente. BAA ha ido dando respuesta a esta situación. Ha aumento extraordinariamente la burocracia. El nivel de los requisitos que se les solicitan nos parece exagerado en proporción a la ayuda que se les da. Se pide tal cantidad de información que a veces resulta “humillante” para con las personas pobres. Por otra parte está el hecho de que hay personas-familias que no entran o se salen de los requisitos requeridos, pero que, aunque su situación CONCRETA y PUNTUAL es de necesidad, se les deniega o retira la ayuda alimentaria. Están quienes han acumulado deudas por suprimir la REGI, por cualquier causa, y van arrastrando esa deuda a pesar de la instauración de la REGI. Ha habido momentos en algunas de esas familias han recurrido a buscar alimentos en los contenedores de basura. Estas situaciones CONCRETAS podrían atenderse en diálogo con los responsables del reparto.

 

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